martes, 13 de enero de 2009

JUEZ, CRONOMETRADOR Y NOTARIO

Viene siendo habitual en los partidos que se disputan, en las diferentes categorías del fútbol extremeño, que los árbitros designados actúan de forma provocadora, cometiendo errores técnicos e irregularidades, (faltas y amonestaciones sin ningún criterio y falsedad en el acta arbitral al describir los incidentes, exagerándolos sobremanera), que agreden los valores de sacrificio, deportividad y responsabilidad con los que cada equipo se conjura cada domingo; por lo que este tipo de actuación, negligente e irresonsable, debía ser tomada en cuenta en forma de sanción o inhabilitación, de una vez por todas, para que no tengamos que repetir las palabras, impotentes y desalentadoras, que el técnico del Real Betis dijo en la rueda de prensa después del partido de Liga, del día 11 de enero, en primera división, con las que nos identificamos y que denotan sumisión al sistema arbitral que, protegido por las leyes y disciplinas deportivas, el corporativismo de los jueces de línea e informadores y la fuerza pública, se ensañan con los equipos que les vienen en gana, de manera premeditada en las reuniones de los martes en las sedes de las diferentes delegaciones, donde se reparten los partidos a conveniencia, basándose en rencillas y benganzas, a requerimiento de sus colegas y amigos o por razones de clasificación en la tabla, simpatía con algún otro equipo implicado, etc...
Son muchas las irregularidades que los árbitros designados y el comité arbitral viene cometiendo semana tras semana; sin ir más lejos este mismo domingo se ha tenido que retrasar un partido de 3ª división durante más de una hora, porque no había árbitro, (alguien actuó con negligencia y nadie paga por ello). No queremos entrar a valorar la labor que el estamento colegiado viene realizando pero, los jugadores y directivos de los equipos extremeños, tampoco queremos “pagar el pato”, partido tras partido, y salir del campo con el convencimiento de que la competición está adulterada y manipulada por la provocación de chavales prepotentes, con escasos conocimientos técnicos sobre reglamento y demasiada chulería, adiestrados para exagerar los incidentes que redactan en las actas, (afortunadamente, no todos son iguales), y de nada valen las pataletas, siempre se presupone la veracidad de lo expuesto en el acta y prevalece, tachando de ignorantes, mentirosos, insensatos e incluso delincuentes, a veces, a todos los demás habitantes de la tierra, “el niño tiene razón, lo ha puesto en el Acta”. ¡¡Esto es inconcebible!!
El fútbol, al igual que la sociedad, necesita creer en sus jueces, todo juego que disponga de reglamento debe ajustarse a la realidad de la manera más veraz posible.
Instamos a las delegaciones arbitrales, Clubes, medios de comunicación y autoridades competentes, para que acudan al campo de fútbol de sus pueblos y vean, con sus propios ojos, quienes son los que provocan e incitan realmente a jugadores, directivos y aficionados, con sus decisiones descaradamente imparciales y para tratar de lavar la imagen adultera que, poco a poco, nos estamos asignando en el fútbol extremeño.
¡Paremos la estigmatización!, ¡denunciemos las injusticias!, ¡ya está bién de aguantar abusos amparados en la escased de árbitros!, ¡no a las designaciones en la misma zona!, ¡sanciones para los árbitros que se lo merezcan!, ¡fuera a los informadores testimoniales!, ¡que los informadores sean los verdaderos notarios de la actuación del árbitro!
Y sobre todo: ¡NO a la violencia física y psicológica!